Cuatro departamentos se adaptan al proceso de planificación sin perder el ritmo
En un contexto de pandemia que sorprendió al mundo, afectando no solo la salud sino también las actividades sociales y económica de todos los ciudadanos, el Consejo para la Planificación Estratégica de San Juan (CoPESJ), por expreso pedido del gobernador Uñac, asumió desde el minuto uno el desafío de continuar el proceso de planificación con participación ciudadana en los departamentos de 9 de Julio, Albardón, Caucete, y San Martín.
En este sentido, los intendentes de los mencionados departamentos comenzaron a recibir el documento con el avance de diagnóstico, que deberá ser revisado por parte de las distintas áreas municipales, en el marco de la construcción colectiva que el Consejo para la Planificación Estratégica de San Juan tiene como base metodológica.
Durante la etapa de lanzamiento y diagnóstico, donde el distanciamiento social ha sido prioritario para el cuidado de la salud, se han mantenido reuniones solo con funcionarios municipales, en forma presencial y virtual. Así mismo, también se tomó como espacios de participación las reuniones sectoriales e intersectoriales realizadas en dicho departamentos en el marco del Acuerdo San Juan. Esto permitió contar con valiosa información que se sumará como parte del trabajo participativo.
Ahora, junto a los intendentes, se están analizando diferentes metodologías que posibiliten la necesaria participación de los vecinos para la definición de la visión departamental, que permita visualizar el futuro deseable por quienes habitan dichos departamentos.
Por ejemplo, utilizar la virtualidad, sin dejar de lado un fuerte trabajo de sensibilización, muy necesaria para que los vecinos de cada uno de estos 4 departamentos puedan comprender la importancia de su participación en la etapa de construcción de un nuevo modelo de departamento y de la identificación de los proyectos.
Finalmente cabe recordar que los planes estratégicos no son un producto, sino un proceso continuo que se materializa en un “documento vivo” que se verá enriquecido en el tiempo, para adaptarse a los cambios (como esta pandemia ) con los aportes del sector público y privado de los sectores académico, económico, científico, social, cultural religioso y gremial, entre otros.